La divulgación en las redes: usando Twitter para divulgar la Historia

La Historia es una de las Ciencias Sociales que más pasiones despierta en el público general y no es para menos: la capacidad que tiene para evocar la vida humana en otro lugar y en otro tiempo, en toda su complejidad, la convierten en un universo de ideas, personajes, procesos y conocimientos que abarca ni más ni menos que todo lo acontecido desde que el hombre tiene memoria. 

Sin embargo, al igual que sucedió con las Ciencias experimentales, la Historia ha ido descuidando su labor social y se ha encerrado en una "torre de marfil académica", donde la investigación y el conocimiento especializado no se traslada a un público no profesional, o al menos no en un lenguaje comprensible. Este vacío, que había sido rellenado por personas aficionadas a la Historia, ahora se está superando gracias a la divulgación científica, donde las TICs juegan un papel fundamental a través de las Redes Sociales. ¡Veamos el caso de Twitter!



Lo primero de todo es conocer qué es la divulgación científica, un concepto algo ambiguo que no posee una definición estricta y rígida. Podríamos intentar dar una definición de ella como un formato comunicativo, una disciplina, un conjunto de actividades... cuyo objetivo es trasladar y adaptar el conocimiento científico a la sociedad, así como sus principios y valores.

Al contrario de lo que algunos académicos creen, divulgar la Historia no es algo sencillo. Si atendemos a las palabras de Gonzalo Ruiz Zapatero (2019) en relación a la divulgación en la arqueología, su ejercicio es una tarea complicada que exige dominar múltiples destrezas: una formación científica sobre lo que se divulga, sobre psicopedagogía y sobre comunicación. Por eso, en la medida de lo posible, hemos de tener en cuenta una serie de métodos y técnicas fundamentales como base para alcanzar un buen resultado a la hora de divulgar el conocimiento.



Twitter es una de las RRSS más famosas del mundo: su formato de microblog permite emitir mensajes directos de 280 carácteres, pudiendo adjuntar todo tipo de contenido multimedia, responder, citar y seguir a otras cuentas para que sus tweets se compartan en tu página principal. Sin embargo, su auténtica potencialidad está en las opciones de Retweet, dada la capacidad de compartir y difundir un tweet de un tercero en la página principal de tus seguidores.

Para el caso de la divulgación, lo más importante de Twitter es que es una herramienta gratuita para difundir tu mensaje hacia todo el mundo. Tan simple y poderoso como eso: todo lo que escribes puede ser leído por miles y miles de personas, que podrán disfrutar de tu contenido como divulgador.

En una de sus recientes charlas para el curso La divulgación científica: un relato transmedia, un gran divulgador de la ciencia en España como Santiago Campillo (director de la web Caramelos) apunta a las potencialidades de Twitter como herramienta para la divulgación científica. Veamos algunas de ellas:
  1.  Twitter es una "red nicho", que permite llegar a un número elevado de público de diferentes edades, sexos, profesiones e intereses, incluyendo los propios especialistas.
  2. Además, es uno de los sitios más apreciados y activos en divulgación científica.
  3. También es uno de los puntos más rápidos de difusión de contenidos: un tweet puede hacerse viral en cuestión de minutos.
Sin embargo, la propia estructura de Twitter también posee dos desventajas fundamentales: no todo el mundo está en Twitter (otros prefieren Facebook o Instagram) y sobre todo, tiene un carácter efímero, donde el contenido es constantemente sustituído (y olvidado) por otros más frescos.

¡Okay, okay! ¡Ya vamos al grano! A la hora de utilizar Twitter como herramienta de divulgación, conviene tener en cuenta una serie de técnicas y estrategias para lograr nuestro objetivo.

En primer lugar, define bien tu temática. No pasa nada si es más o menos amplia, más o menos generalista, pero lo importante es que se pueda reconocer una temática clara que vertebre tu cuenta: ya sea la Historia en general, el periódo del Renacimiento o la literatura de Poliziano. Al respecto, tienes que plantear también si tu cuenta es institucional o personal, relacionada o no con otras plataformas (como un blog), a qué público se va a destinar tu contenido y desde qué perspectiva vas a tratarlo: ¿quieres utilizar una cuenta donde tomes el "rol" de un personaje para divulgar algo? ¿es tu cuenta como investigador? ¿o quizás quieres dedicar una cuenta para hablar sobre un período concreto? Cada una de ellas tiene su propia estrategia y modos de hacer.

En segundo lugar, un aspecto fundamental es elaborar, profesionalizar y cuidar tu cuenta. Desde el nombre, detalles como que el icono de usuario y el encabezado estén acordes con la temática, que tenga una buena escritura, una periodicidad a la hora de publicar tus twitts, que no utilice la cuenta de manera excesivamente personal (quizás no sea el lugar para compartir muchos vídeos de gatitos...), decidir bien la gente a la que sigues y retuiteas su contenido (red de cuentas)... son factores de suma importancia. No se trata de tener una cuenta excesivamente institucionalizada que ignore tu personalidad, sino de transmitir una imagen atractiva, que no sea un popurrí de contenidos (¡y videos de gatitos!).

En tercer lugar, utiliza herramientas para gestionar tu Twitter, como Tweetdeck, una aplicación que te permite gestionar varias cuentas y listas temáticas para poder controlar mejor la información y tu espacio.

En cuarto lugar, interactúa siempre con otros usuarios: retuitea contenidos interesantes, responde a los comentarios de tus tweets, cita aquello que quieras destacar, utiliza los #hastags para que los algoritmos muestren tu contenido... Twitter es una comunidad viva, y nunca debes aislarte del resto de personas. Si no, es imposible alcanzar nuestro objetivo.

En quinto lugar, y lo más importante de todo: utiliza una escritura atractiva, además de unos buenos recursos audiovisuales. En este sentido, podemos pensar en varias modelos de contenidos:

 a) Microcontenidos: Una fotografía, un vídeo, una infografía, una cita, un dato... de forma aislada, pero llamativa e interesante, con una breve explicación sobre lo que se comparte. Esto puede llamar la atención de la gente, que muchas veces pasa rápidamente de un contenido a otro, y generar su reacción. Si aprenden algo nuevo, ¡habremos conseguido algo!

b) Hilos: Son conexiones lineales entre distintos tweets para que se lean como un todo. Un dicho en el mundo de la divulgación es que todo debe ser aprendido contando historias... ¡y la Historia es especialista en eso! Aprovecha el potencial que tiene el pasado para despertar el interés por el público y pon en valor cualquier proceso histórico a través de una buena narración. No se trata de crear cuentos, historietas o mitos: al fin y al cabo, un buen análisis o explicación de un fenómeno histórico implica una buena narrativa del proceso, donde la propia historia puede ser tan interesante como una novela. Recuerda: la realidad siempre supera  la ficción.

c) Tweets-enlace: pueden combinarse con los microcontenidos y los hilos. Consiste en "hipertexualizar" o conectar un tweet con una web donde se contenga el contenido a divulgar. En este sentido, el tweet debe (sin incluir en trampas ni engaños...) motivar a que las personas accedan a verlo.

d) Respuestas y debates: Twitter es el paraíso virtual de la opinión, para bien o para mal. En este sentido, es importante ofrecer discusiones interesantes a través de las citas, que permiten exponer tanto tu punto de vista como el de la persona a quien contestas. La discusión es un lugar muy importante para la ciencia y la gente suele interesarse por cuestiones sujetas a debate, por lo que es un  buen momento tanto para generar interés como para divulgar un aspecto de cara al público.

Y para finalizar, es importante que tu divulgación gire siempre en torno a tres principios fundamentales: 
Rigor, porque la divulgación no deja de ser ciencia
Claridad, para que la ciencia pueda llegar a todo el mundo
Pasión, porque si no lo disfrutas tú, no lo disfrutará nadie


Dicho esto... ¡estrenamos twitter! ¡Síguenos a través de @APOLIblog! ¡Os esperamos!


Bibliografía utilizada: 
Campillo, S. (2019). "Cómo utilizar las RRSS para divulgar" en La Divulgación científica: un relato transmedia. Murcia: Unidad de Cultura Científica, Universidad de Murcia.Ruiz Zapatero, G. (2009). 
La divulgación arqueológica. Las ideologías ocultas. Cuadernos de prehistoria y arqueología de la Universidad de Granada, (19), 11–36.

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